· N E L / a M a R O ·.
MOMM Momentos y otras situaciones con el hombrecito de playmobil


EL HOMBRECITO DE PLAYMOBIL TIRA LA PIEDRA Y ESCONDE LA MANO

EL HOMBRECITO DE PLAYMOBIL RINDIENDO PLEITESIA AL GUERNICA DE PICASSO El hombrecito de plAymobil ante un pelotón de ejecución – Homenaje a Goya
El hombrecito de palymobil disfrutando de un Lichtenstein EL HOMBRECITO DE PLAYMOBIL CON EL GRITO Y LA MADONNA DE MUNCH El hombrecito de playmobil de bufón en las Meninas de Velázquez, acompañado de Pulgu. El hombrecito de playmobil arrojándose al Sena a la manera de Bas Jan Ader El hombrecito de playmobil en una obra de J. Beuys

EL HOMBRECITO DE PLAYMOBIL EL 20 DE JULIO DE 1969 CON  EDWIN ALDRIN PISANDO LA LUN A POR VEZ PRIMERA El hombrecito de playmobil golpeado por los grises. Mieres, 12-Marzo-1965.

El hombrecito de playmobil con Luther Blissett EL HOMBRECITO DE PLAYMOBIL Y SU LECTURA VERANIEGA (2006) El hombrecito de playmobil con Che Guevara en Madrid El hombrecito de playmobil de voyeur

El hombrecito de playmobil con los principes de España y Franco El hombrecito de playmobil y la fiesta naZional. El hombrecito de playmobil con la familia real española

EL HOMBRECITO DE PLAYMOBIL CON J.VOIGHT Y DUSTIN HOFFMAN CAJA DE SORPRESAS EN LA SALA LAi

Un hombrecito especial.

Nació por casualidad, jugando, porque el Arte, con mayúscula, no deja de ser eso,”un juego”, aunque nos hayamos ido poniendo “estupendos”, como diría aquel cráneo privilegiado que fue Ramón María del Valle Inclán, y elevando ese juego ,practicado desde que el mundo es mundo y el Hombre Hombre, a la categoría de “mercado”, con miles de millones de dineros en juego, autoproclamándose los artistas “Creadores”, dioses por encima de los demás mortales, sin saber aprovechar para nada la lección que, de tarde en tarde, nos brinda gente lúcida, como un Duchamp, o un Beuys o un Debord y los suyos.
Seguimos “erre que erre”, creyéndonos los reyes del mambo y del universo y el Arte, con mayúscula, ya no es nada más que una “timba” donde se ponen sobre la mesa dinero en cantidades sonrojantes, como si Arte y Mercado fuesen lo mismo.
En semejante contexto me encontré con uno de esos muñequitos para niños de la casa Playmobil que yo no había tenido en mi infancia, y me puse a jugar con él y sus posibilidades expresivas.
Jugando y jugando el Hombrecito Azul (homenaje a Yves Klein) de Playmobil fue adquiriendo cierta notoriedad, viajando virtualmente y dejándose ver en lugares actuales, pero también pasados y hasta futuros. Estuvo en la Mérida romana, en la Luna con el primer astronauta que la pisó (aunque yo siga empeñado en que todo fue un montaje del gran S. Kubrick),o en el Madrid del “No pasarán” (los fascistas, que si pasaron).Se rodeó de estupendas señoritas, habitó en cuadros de grandes genios de la pintura y se codeó con la realeza española, paseó con el mismísimo Ché Güevara por Madrid en tiempos de guerra fría y otras utopías y recreó los fusilamientos del 2 de mayo madrileño de la mano de Goya y Lucientes, aquel gran visionario nuestro. Sin quererlo, ni él ni yo tampoco, el Hombrecito Azul ( que también se tiró a la calle desde la misma ventana que Klein y sin sufrir daño ninguno) de Playmobil se fue haciendo un sitio, vía Internet principalmente, entre muchos de los destinatarios de las entregas diarias de la Fundación Perruno-situacionista “Laszlo Kovacs”, hasta que tanta fama nos hicieron, a él y a mí, abandonar un poco la actividad, tomarnos juntos un descanso para reponer fuerzas y reflexionar, sobre el Arte y el Juego. O sobre los peligros que el Artista corre cuando se acerca al Poder, o le llenan los bolsillos de oro y la cabeza de halagos.
Pero aquí está, a mi lado, junto al perro situacionista Pulgu, dispuesto para entrar en “juego” cuando sea conveniente.

Turón (Asturias), 19-Noviembre-2006
Nel Amaro
Fundación Perruno-situacionista “Laszlo Kovacs”

P.D.: Decíamos ayer… También nosotros “decíamos” hace poco más de un año que estábamos dispuestos para entrar nuevamente en “juego” tras un descanso para reponer fuerzas y reflexionar. Pues bien, con nuevas fuerzas y las reflexiones hechas, aquí está otra vez “El Hombrecito Azul de Playmobil” con nuevas historias y aventuras, esperando que sean del agrado de sus destinatarios, principio y fin de todas sus pretensiones y/o veleidades “artísticas”.

Turón (Asturias), 2-Enero-2008.

El hombrezito azul con los sindicalistas  Antonio Hevia -CCOO- y Fdez. Villa, soma-UGT, el día 3 de enero de 1992, saliendo del encierro en el Pozo Barreo de Mieres.
EL HOMBRECITO AZUL Y LOS SINDICALISTAS

El hombrecito azul pronunciando una conferencia a la manera de Gómez de la Serna, montado sobrre un elefante y acosado por un león. El hombrecito azul ante una de sus pintadas en Mérida

El hiombrecito azul y el Puppy El hombrecito azul a lomos de una vaca

El hombrecito azul bebiendo leche de las ubres de una vaca. El hombrecito azul con unos caballistas mineros, Asturias.

El  hombrecito azul en La Caula, Les Escaules, Girona. El hombrecito azul a la puerta del restaurante La Caula, Les Escaules, y que visitara en los 50-60 con Dalí.

el hombrecito azul con mouse y mini el hombrecito azul, melchor y baltasar (los tres reyes magos)

El hombrecito azul y el ARTE el hombrecito azul de grafitero anarquista en Mérida.

el hombrecito azul con un romano de Gijón, Asturias. el hombrecito azul con el perro Potty en el antiguo Museo de Arte Contemporáneo, Madrid, otoño del 97.

El hombrecito azul con Dalí, Lorca y Pepín Bello El hombrecito azul ante la tumba de Salvador Dalí en su Museo de Figueres, Girona.

El hombrecito azul ante una pintada sesentayochera, Mieres, Asturias. El hombrecito azul a caballo por la playa de La Griega, Colunga, Asturias.

El hombre azul en una aventura exótica. El hombrecito azul en una propuesta del artista thailandés Surasi Kusolwong, en Laboral Centro de Arte, Gijón.