Dos en Uno. El apelativo de la ambigüedad o la realidad aparente.
Jaime Rodríguez, 2010.
No es la primera vez que Luis Pineda (Villanueva de Gumiel-Burgos,1967) nos da una paradójica visión del ser humano, de sus miserias e hipocresías [1]; ya nos mostraba sus intenciones en otros eventos artísticos como en informARTE y (Des)conexiones organizados por la Universidad de Oviedo en la Facultad de Geografía e Historia o bien, exaltando el símbolo de la creatividad y del progreso en Retos y Restos, exposición de la Asociación artística MARBAS - La Fresneda, patrocinada por la Fundación Municipal de Cultura de Siero. Este autor es un creativo interesado en utilizar frecuentemente la fotografía; pero también todos los medios de expresión que se pueden derivar de un concepto fuertemente hilado. Sus piezas no se limitan técnicamente, sino que dejan un abanico abierto a la experimentación; de ahí que la técnica mixta sea primordial en su necesidad básica de plasmar irónicamente un retazo de la realidad, una realidad llena de apariencias que enmascaran la hipocresía de una falsa tolerancia social. En esta serie, la sociedad se disfraza de seres como las salamandras y otros batracios que reflejan su verdadera culpabilidad bajo la piel de unas especies que han sufrido las falsas connotaciones que el “ser humano” les ha dado en la iconografía e iconología occidental a lo largo de la historia.
El autor hábilmente se compromete paradójicamente incluyéndose en el tumulto que percibe y que nos transmite a través de una influencia arraigadamente informalista en el que se hace difícilmente distinguible la realidad de su representación. La retórica de las imágenes crea un discurso singular, de gran capacidad seductora, en el que siempre se oculta tanto como se muestra, adquiriendo una importancia estratégica de gran relevancia al conseguir interpretar el mundo de un modo más complejo y próximo. Nadie puede permanecer ajeno al bombardeo mediático del que se apropia adquiriendo ese deseo de asir, como nunca lo había hecho anteriormente a esta etapa creativa. Busca eso que vivimos y que vemos para redituarlo lo más cerca posible del instante en el que el espectador se encuentra a si mismo en la representación. En este proceso de percepción, la definición de sus elementos constitutivos favorece la irrupción de obras analíticas y narrativas, basadas en el símil, la contrariedad y la ambigüedad. El mestizaje de los medios en el concepto de este trabajo permite clarificar posiciones y redefinir propuestas imaginativas que no han pasado desapercibidas en algunas muestras en las que el autor con esta forma de expresión tan personal como actual ha sido seleccionado: el Certamen de Arte de Luarca y el Certamen “Nicanor Piñole” de San Martín del Rey Aurelio en Asturias o en la muestra artíFICE de Loja (Granada).
La esencia de sus piezas artísticas siempre enriquecidas bajo una perspectiva icónica que no pasa indiferente, nos hace pensar sobre que lugar ocupamos en este mundo intransigente y la forma de desenvolvernos e interrelacionarnos para sobrellevar la situación. Puede que no pensemos más allá de nuestras limitaciones horizontales y que el egocentrismo abundantemente desmesurado no nos deje observar que ocurre fuera del aislamiento acomodado en la decrepitud intolerancia. Luis Pineda nos lo describe bajo la estética del fragmento o como ha dicho Natalia Tielve[1] nos lo demuestra “a partir de una atenta relación de retazos, detalles, tomados de la realidad, abordando distintas contradicciones que nos inundan en nuestro día a día, preguntas sin respuesta, falsos sufrimientos, ambivalencias, y no menos engaños”. Poco queda por decir de este trabajo con un carácter marcadamente apelativo: su obra incita a que el espectador acabe la frase, continúe el discurso o reconstruya su propia interpretación. El autor nos la ha dejado ahí y ahora, somos nosotros los que debemos quitar nuestras propias máscaras para dejarnos seducir por una desnudez sarcástica e incluso, la mayoría de las veces, cruel o indiferente.
[1] NATALIA TIELVE GARCÍA, Dra. en Historia del Arte y profesora de Historia del Arte, Universidad de Oviedo.