Día a día realizamos acciones cotidianas de una manera repetitiva y automática, sin reparar en ellas. Hacemos y deshacemos, subimos y bajamos, colocamos y descolocamos, etc.
La pieza de video “El observador incómodo” recoge parte de estas acciones y las descontextualiza, llevándolas a cabo por personas individuales en un emplazamiento neutro, alejado de los elementos e individuos que nos rodean en nuestra vida diaria.
Un hombre y una mujer son protagonistas de acciones repetitivas e individuales que abstraídas de su ámbito original reflexionan acerca de lo absurdo del día a día y lo poco que en ocasiones nos cuestionamos los cánones ni las normas establecidas en la sociedad. |
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