Sinapsis constituye una pieza interactiva/digital que contempla la comunicación audiovisual a través de imágenes extraídas de la red de redes y las reflexiones de diferentes investigadores de la comunicación social, la neurología y la inteligencia artificial. Propone un diálogo entre el usuario y la máquina, rompiendo las barreras entre lo “real” y lo “virtual”. ¿Cómo entender los horizontes que definen la comunicación visual contemporánea?
A partir de la interrelación entre diferentes ámbitos que se complementan:
1-Enlazando la actividad perceptiva a través de la neurociencia cognitiva y sus relaciones con el cerebro y la mente.
2-La representación, la percepción y el iconismo, características éstas sometidas a determinaciones históricas, a los medios de comunicación, a la jerarquía de los sentidos y a las presuposiciones epistémicos.
3- Una reflexión dialógica de la producción mediática de la imagen y la educación en una sociedad-mundo saturada por la hipervisualidad.
dar el salto (sinapsis 2 ), 2007-08 ¡No lo toques! - Técnica mixta (óleo, acrílico, gouache, grafito, tinta, lápiz de color, impresión digital y collage) sobre tela, 65'5x75'5cm. y caballete de madera.
Vivir
no es ni fácil ni difícil,
pero aquellos que tienen una visión limitada
son miedosos e indecisos:
cuanto más se apresuran, más lentos van,
y el apego no tiene límites;
estar apegado, aunque sea a la idea de la esperanza,
es desviarse.
Deja que las cosas sean a su manera
y no habrá ni ir ni venir.
Se trata de una pieza que tiene como objetivo la interrelación directa de la pieza de arte objetual con el espectador; y éste puede apropiarse de ella como si fuese parte de su patrimonio, incluso dejar nuevos objetos sobre la misma. Conceptualmente, ha sido creada para su consulta y manipulacion, así como para el enriquecimiento cultural, visual y plástico… (La obra contiene diversos textos manuscritos del propio autor y de diferentes filósofos o "pensadores" como: Peter Sloterdijk, Zygmunt Bauman, Ludwing Wittgenstein, etc.
Cualquier opinión o acción sobre la pieza será aceptable y justificable. Ya que el artista da el consentimiento altruista para que el público rompa el “mito de separación” entre obra de arte y espectador. El autor parte de que la obra, puede degradarse; pero también, enriquecerse a partir de este tipo de acciones individuales o colectivas.
dar el salto II(sinapsis 4), 2007
Técnica mixta (grafito, tinta, lápiz de color, impresión digital y collage) sobre papel reciclado y cartón reciclado (ready-made). 4 módulos de 40x30x30cm. encajados formando una columna vertical en "zig-zag". La obra sobre peana tendrá unas dimensiones de 201 x 52’5 x 52’5 cm.
Numerosos pensadores han reflexionado sobre la pérdida de valores propia de la sociedad actual; una sociedad deshumanizada que avanza a un ritmo vertiginoso y dominado por la imagen. Una problemática, con múltiples tentáculos, que no ha pasado inadvertida para algunos creadores contemporáneos y que viene orientando la amplia y siempre renovada trayectoria artística de Jaime Rodríguez (Oviedo, 1968). Confieso que no me resulta fácil definirle. He escrito sobre su obra en repetidas ocasiones y lo que sí me atrevo a sostener es que, dentro de las veintitrés miradas que hemos reunido en esta exposición, la suya es una de las que mejor responde a los parámetros de hibridación, mestizaje, experimentalidad, multiplicidad, polisemia y dispersión que, como al principio señalaba, permiten caracterizar, en su complejidad, al arte joven actual.
En efecto, Jaime Rodríguez es un creador polifacético, transgresor, inconformista, infatigable, comprometido, experimental, sensible, inquieto… Instalación, grabado, dibujo, performance, collage, pintura, recursos audiovisuales, arte público, comunicación…los múltiples medios y campos en los que el artista, libre y desinhibidamente, se ha movido para desarrollar sus trabajos. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo y Graduado en Artes Plásticas y Diseño por la Escuela de Arte de Oviedo, con una destacable labor docente a sus espaldas, ha impulsado un notable conjunto de proyectos expositivos en los últimos años, consiguiendo reunir artistas, aunar esfuerzos y, por encima de todo, captar el interés del público, invitarle a pensar y, lo que es más importante, a interactuar con el arte. Recordemos, entre otros encuentros, Impronta (2002), Semántica (2005), Impronta 2 (2006) e InformARTE (2007). Espacio de encuentro, al tiempo que una sugestiva propuesta de edición de arte es SINE DIE. Un trabajo independiente, alejado de lo comercial, que cuenta actualmente con cuatro ediciones (entre los años 2003 y 2007) de tirada limitada, con el que Jaime Rodríguez, a partir de la colaboración con otros artistas, ha tratado de establecer una vía alternativa al enfoque convencional de la difusión artística.
Miembro fundador del colectivo Artefímera, desde su primera individual, Virtue, presentada en Oviedo, en el año 1990, ha participado en numerosísimos encuentros artísticos, organizados dentro y fuera de Asturias. Podemos destacar Estampa´99, Salón Internacional del Grabado de Madrid; Arte Santander (1999); la II Muestra Internacional de Arte Alternativo (2002), en el CCAI de Gijón; el Certamen Bianual de arte digital y nuevas tecnologías (2004), en el Museo Universidad de Alicante; OPTICA Internacional Video-Art (2006), en el CCAI de Gijón; Itinerarios de la Gráfica Contemporánea Asturiana (2006- 2007), en el Centro de Arte Palacio de Revillagigedo de Gijón, la Casa del Principado de Asturias en Madrid y el Centre de la Gravure et de L'Image Imprimée de la Comunauté Française de Belgique, en La Luviére; sin olvidar su participación en diversas ediciones de la Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias, las siete exposiciones individuales y las dos híbridas que hasta la fecha ha desarrollado.
Entre sus intervenciones, podemos destacar trabajos como De Duelo (1991), Clausura (1992), K (1993), la instalación XEGA , Contra la intolerancia (1993), ante el Teatro Campoamor de Oviedo; Exterminación (1994) y Ámbito urbano (1997). Especialmente interesante, considero, es éste último, presentado en la Sala Borrón , ya que en él se recogía una reflexión sobre la ciudad y la actuación del individuo sobre el entorno. Las huellas, rastros y matices, así como sintéticas y abstraídas visiones de lugares y edificios urbanos, eran objeto de diversas reinterpretaciones por parte del autor. Consideramos también, en este sentido, de notable interés la serie Dios los cría… (2002), realizada para la exposición Impronta : un conjunto de piezas que, partiendo de imágenes capturadas con una cámara de impresión digital, se presentaba como un relato coral que reunía distintos actores e incidía en los vínculos y sentimientos resultantes de un período de convivencia entre ellos.
Jaime Rodríguez se ha distinguido así mismo por la búsqueda de rupturas, contrastes y trasgresiones. D esde una actitud interiorizada y reflexiva, nos invita a pensar y cuestionar nuestra propia existencia. Su producción, de hecho, se ha dirigido de un modo creciente hacia la reflexión sobre problemáticas existenciales - el ser, el individuo y los lazos sociales, el paso del tiempo, los sentimientos…-, analizadas desde la cotidianidad y la inmediatez, con referencias personales e íntimas cada vez más evidentes y aprovechando la potencialidad crítica que las artes ofrecen .
Probablemente Diario íntimo (2004), presentado en la Galería Vértice de Oviedo, sea el trabajo que, hasta la fecha, de forma más rotunda nos ha dejado ver la compleja personalidad, las preocupaciones y pulsiones internas que animan a un artista que no ha dudado en desnudarse ante nosotros para dejarnos ver su alma. Especialmente interesante, a nuestro entender, es el libro-objeto Sine qua non (2007) que Jaime Rodríguez realizó para la exposición TEXTUAL. En él se confrontaban dos principios, For her y For him, el femenino y el masculino, el primero simbolizado a través del Árbol - la vida, la tierra, la fuerza, la resistencia, la fecundidad, la protección – mientras al hombre se le reservaba un libro, una suerte de guía para la vida, de manual de instrucciones que enseña al hombre a vivir, siguiendo un duro ejercicio de introspección personal, de autocuestionamiento.
Tratando finalmente de romper las barreras entre lo real y lo virtual , introduciendo una llamada a la interacción del público, Sinapsis (2008), ha sido concebida por Jaime Rodríguez para el Patio del Edificio Histórico dentro la exposición ¿Qué arte? Se trata de una pieza interactiva/digital en la que se inserta una reflexión sobre la comunicación audiovisual, partiendo de imágenes extraídas de la red, así como de consideraciones de diferentes investigadores, especializados en la comunicación social, la neurología y la inteligencia artificial.
Natalia Tielve (texto extraído del catálogo de la exposición)
Jaime Rodríguez presenta una instalación multimedia integrada por tres piezas interrelacionadas: Sinapsis (2007), Dar el paso (Sinapsis III) (2007-2008) y ¡No tocar! Dar el salto (2008). La primera ofrece una propuesta digital interactiva que, además, establece una relación directa con los muros del edificio, en los que se proyecta. La segunda también reclama la intervención del espectador, aunque prescindiendo del apoyo tecnológico y recurriendo a soportes (poliéster, papel, metal, madera, etc.), técnicas (grafito, gouache, acrílico y collage) y objetos diversos (molde de pie, rotuladores, fotocopias, enganches, etc.) que dispone sobre una antigua mesa de despacho universitario, ahora extraída de su contexto y función habituales para desempeñar por deseo del artista un nuevo cometido plástico. Entre ambas creaciones, ¡No tocar¡ dar el salto (2008) es una intervención pictórica de pequeño formado y presentada sobre caballete, que viene a establecer un puente entre las propuestas anteriores, puente discursivo por sus iconos y concepto, y, en este caso, no interactivo. .
Dentro de la amplitud de estrategias ofrecidas por Jaime Rodríguez, en las que como se puede apreciar ahora se recurre a los más dispares lenguajes y a las nuevas tecnologías para indagar nuevas formas de expresión, existe una preocupación constante por la comunicación. Los guiños realizados al espectador para hacerle cómplice de la obra pueden partir del manejo de programas informáticos, que tratan de romper las barreras entre lo real y lo virtual, o de propuestas de intervención directa con soportes y medios más tradicionales, como los de instalados sobre la mesa, que invitar a enriquecer visualmente la obra para romper, en términos del propio artista, el “mito de separación” entre obra de arte y espectador. Similar discurso encontramos en Dar el salto (Sinapsis II) (2007) que ocupa el espacio de la sala de exposiciones con sus cuatro módulos cúbicos de cartón reciclado, ensamblados a modo de columna e intervenidos con técnica mixta en sus superficies para definir todo un repertorio icónico común a las piezas del patio y dotado de similar discurso conceptual que ellas.
Esta pieza constituye la única con volumen que se muestra en la sala, dedicada en esta exposición a las creaciones pictóricas.
