La búsqueda de libertad es inherente al hombre. De forma constante y consciente hacemos elecciones que nos acercan a nuestro objetivo de autonomía y que nos hace diferentes unos de otros. Y por ello, libremente, mantenemos convencionalismos adquiridos, hacemos, también libremente, juicios estereotipados y como no de forma libre decidimos pertenecer a sociedades, donde la independencia consiste en ser lo más parecido posible a los demás.